11 Jun Donar sangre es un procedimiento aséptico y seguro para el donante
Este 14 de junio es el Día Mundial del Donante de Sangre, fecha propicia para convertirse en uno de ellos y salvar vidas.
El Dr. Marcos Di Stefano, jefe del Servicio de Hematología y Medicina Transfusional del Centro Médico Docente La Trinidad, aprovecha la ocasión para revelar detalles sobre el proceso de donación sanguínea, frente al cual muchas personas tienen sus reservas producto de razones infundadas.
La primera de ellas tiene que ver con la asepsia del procedimiento y el temor de contraer algún tipo de infección: “El material de donación es exclusivo para cada donante y es descartado tras su uso”, aclara el Dr. Di Stefano, quien asegura que se trata de equipos cuyo mecanismo de funcionamiento garantiza su asepsia. “Son sistemas cerrados imposibles de reutilizar”, subraya.
Para ilustrar esta propiedad, el especialista refiere a la imposibilidad de reanudar un proceso que ha sido interrumpido, bien sea por una obstrucción en la vía del donante o porque éste se sintió mal. “Si debo retirar el equipo ya no lo puedo volver a usar ni siquiera en la misma persona. Para retomar el proceso debo emplear un equipo completamente nuevo y partir desde cero. De hecho, la sangre que había sido colectada hasta el momento es descartada, pues la bolsa queda inutilizable”, detalla.
Ocurre lo propio en procesos de donación más refinados en los que una máquina se encarga de discriminar entre los distintos componentes de la sangre que se extrae, selecciona los que interesa reservar y reinfunde el resto al donante, todo en un mismo procedimiento. “Es igualmente un circuito cerrado, la sangre nunca fluye dentro de la maquina sino dentro del equipo que, una vez concluida la donación, se desconecta y se desecha”, enfatiza.
Otro de los temores frecuentes es acerca de sentir malestar durante y después del proceso. “Al finalizar, ciertas personas se marean y se debilitan, por eso siempre se entrega un refrigerio y se concede un tiempo de descanso suficiente para la recuperación; sin embargo, la compensación hemodinámica y de tensión es algo que hace el organismo prácticamente de inmediato”, señala el Dr. Di Stefano. Aún así, admite, hay donantes que se impresionan durante la extracción y pueden sentirse mal, casos en los que el proceso se detiene. “El bienestar del donante priva siempre sobre la donación”, finaliza.
Caracas, junio 2015
Por Lena Jahn Santorufo
CNP 21837
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